Nuestro compi ya llevaba varios días con su pequeño diente como si de la tecla de un piano se tratara, cada día bailaba con más facilidad entre sus dedos.
El miraba de reojillo al árbol donde tenemos colgadas esperándonos las bolsitas que nos llevamos cuando ingresamos en el club y así poder depositar en ellas el diente, sin temor a que ruede por la cama y el Ratón Pérez no lo encuentre.
No se decidía por el color, pero un día llegó muy contento luciendo su espléndida mella y con su color decidido,¡ seño la quiero verde!, esas fueron las primeras palabras que dedicó a la seño esa mañana.
Así que solo quedaba darle la bienvenida al club con todo su protocolo, inscripción en el cartel, entrega de su carné, su bolsita y su marcapáginas y por supuesto recordar todos los consejos que estudiamos para tener una boca sana.
¡CRISTÓBAL, BIENVENIDO AL CLUB!
¡Qué contento se ve Cristobal! ¡Felicidades! Un beso.
ResponderEliminar