Aunque continuamos dentro del Proyecto de las manos, esta vez nos hemos centrado en una parte que a nuestras manos y concretamente nuestros deditos les gusta visitar muy a menudo . hoy nuestras aventuras son de NARICES Y MOCOS.
Por nuestra corta experiencia ya hemos aprendido que la presencia de los mocos es inevitable y según dicen los pediatras hasta necesaria, eso sí ya que tenemos que convivir con esta particular visita es hora de que aprendamos a tratarla.
Sonarnos los mocos, ese gesto que a vosotros los mayores veis con tanta naturalidad , es para nosotros una tarea no solo dificilísima sino además casi imposible de salir limpio de esta situación
Cuando apenas casi logramos soplar las velas en nuestro cumple, nos pedís que soplemos nada más y nada menos que por la nariz, requisito que por lo visto es necesario para salir triunfantes de la difícil tarea encomendada de tener nuestra nariz limpia.
En clase casi todo lo aprendemos con una fórmula mágica de dos ingredientes imprescindibles para la seño: muuuuuuuucha literatura removida con grandes dosis de juego.
En el siguiente vídeo puedes ver nuestras experiencias.
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Dice la seño que según cuentan los expertos estamos preparados para aprender a sonarnos la nariz desde los dos añitos pues ya sabemos sacar el aire hacia afuera.
Es muy importante que aprendamos a sonarnos la nariz, ya que si ésta está tapada, nuestros oídos estarán poco ventilados y eso nos puede crear otitis y con ellas mala audición que si se prolonga y no distinguimos bien los sonidos provocará que tampoco hablemos bien.
También nos provocará que respiremos por la boca y nuestra lengua y mejillas no harán ejercicio suficiente y como sabemos nuestra lengua como otro músculo más de nuestro cuerpo debe estar en forma tanto para hablar como comer.
En clase en muchos de nuestros juegos practicamos ejercicios de respiración , desde que aprendemos a relajarnos, cuando jugamos con las plumas, los elevadores de bolitas que usamos con los indios, las pompas de jabón etc
En casa podemos seguir practicando juegos que nos ayudarán a sonarnos cada vez mejor la nariz que podemos consultar en estos enlaces: ENLACE 1 ENLACE 2 ENLACE 3
En clase nos hemos propuesto firmemente conseguir tener nuestras narices limpitas como niños grandes.
Como también estamos concienciados con cuidar nuestro planeta, no queremos desperdiciar el papel innecesariamente así que también estamos aprendiendo a usar la cantidad correcta y para ayudarnos contamos con un medidor en nuestra puerta de donde cogemos el papel para limpiarnos los moquitos sin derrochar.
MOCOS del autor LUCIA SERRANO (ISBN 9788467871609) Editorial:ANAYA;Este pequeño cuento nos cuenta una habilidad extraordinaria y divertida de una niña llamada Leo. Leo sufre un resfriado y ¿cómo no? los mocos hacen presencia en tal cantidad en su naricita que Leo decide sacarle partido a tan fastidioso mejunje, como alcanzar objetos que están lejos usando sus mocos como si fueran brazos superlarguísimos, recoger los juguetes, usarlos como cuerda para jugar o trepar por las paredes, cazar al pobre gato..... Pero como todo, los mocos llegan a su fin pero..... a cambio llegan unas divertidas pompas.
El libro nos ha encantado y nos ha hecho divertirnos un montón, pero también hemos querido sacarle partido a este tema dándole la importacia que tiene.
No sólo Leo, tiene mocos, con este tiempo no nos escapamos nadie de su presencia,
El libro nos ha encantado y nos ha hecho divertirnos un montón, pero también hemos querido sacarle partido a este tema dándole la importacia que tiene.
No sólo Leo, tiene mocos, con este tiempo no nos escapamos nadie de su presencia,
El dedo en la nariz es un álbum ilustrado absolutamente rebosante de imaginación, que llega a NubeOcho de la mano de dos maestros de la literatura infantil: Paula Merlán y Gómez.
Tenemos a dos protagonistas. Ella es Sofía, una niña a la que sus padres le dicen una y otra vez que con esa mala costumbre de meterse el dedo por la fosa nasal… ¡le va a crecer la nariz!
Ya sabemos que debemos cuidar nuestra nariz con mucho cariño y precisamente cariño es lo que le faltaba a esta nariz que cansada de que su dueño no dejase de meter sus deditos dentro de ella ,incluso sin cortarse las uñas, un día decidió huir.. Este es el cuento que la seño nos leyó
LA NARIZ QUUE HUYE "Cuentos por teléfono". (Gianni Rodari). Editorial Alfaguara. 2000.
Una mañana, un señor que vivía delante del puerto del que salen los barcos, se levantó, fue al lavabo a afeitarse y al mirarse al espejo, gritó:
- ¡Socorro! ¡Mi nariz!
En medio de su cara no había ninguna nariz y en su sitio quedaba un espacio vacío.
El señor, que todavía estaba en pijama, corrió al balcón con el tiempo justo para ver a su nariz que cruzaba la plaza y se dirigía a buen paso hacia el puerto, colocándose entre los automóviles que estaban siendo embarcados en ese momento.
-¡Alto! ¡Alto! -gritó el señor- ¡Mi nariz! ¡Al ladrón, al ladrón!
La gente miraba hacia arriba y se reía:
- ¿Le han robado la nariz? Mal asunto.
Al señor no le quedó más remedio que bajar a la calle y perseguir a la fugitiva, mientras sostenía un pañuelo delante de su cara como si estuviese resfriado.
Desgraciadamente, llegó apenas a tiempo para ver cómo zarpaba el barco. El señor se echó valientemente al agua para alcanzarlo, mientras los pasajeros y turistas gritaban: "¡Ánimo, ánimo!".
Pero el barco había adquirido ya velocidad y el capitán no tenía intención de regresar a tierra para que subieran los retrasados.
- ¡Espere al otro barco! -le gritó un marinero al señor- ¡hay uno cada media hora!
El señor, descorazonado, estaba regresando a la orilla cuando vio a su nariz que, sobre un pañuelo extendido en el agua, navegaba a poca velocidad.
- ¿Entonces no has subido al barco? ¿Ha sido todo una broma? -le preguntó el señor a su nariz-.
La nariz miraba fijamente hacia delante, y no se dignó a volverse siquiera. En el pañuelo, navegaba dulcemente como una medusa.
- ¿Pero adónde vas? -preguntó el señor-.
La nariz no le respondió, y su desgraciado dueño se resignó a regresar al puerto y a pasar por entre una muchedumbre de curiosos para regresar a su casa, donde se escondió dando órdenes a su criada de que no dejara entrar a nadie. Se pasaba todo el tiempo contemplando en el espejo su cara sin nariz.
Algunos días después, un pescador, al sacar las redes del agua, se encontró con la nariz fugitiva, que había naufragado porque el pañuelo en el que navegaba estaba lleno de agujeros, y se la llevó al mercado.
La criada de aquel señor, que había ido al mercado a comprar pescado, vio la nariz, expuesta entre las doradas y las sardinas.
-¡Pero si es la nariz de mi señor! -exclamó sorprendida- Démela enseguida, que voy a llevársela.
- Yo no se de quién es -dijo el pescador- pero la he pescado y la vendo.
- ¿A cuánto?
- A peso de oro. Que no es un pez corriente, sino una nariz.
La criada corrió a informar a su señor.
- ¡Dale lo que pida! ¡Quiero mi nariz!
La criada calculó que necesitaría un montón de dinero, porque la nariz era más bien de las grandes: valía tremendamil euros y trece trecetes y medio. Para reunir aquella cantidad tendría que vender incluso sus pendientes, pero como quería mucho a su señor, los sacrificó con un suspiro.
Compró la nariz, la envolvió en un pañuelo y se la llevó a casa. La nariz se dejó llevar tranquilamente, y ni siquiera se rebeló cuando su dueño la acogió entre sus manos temblorosas.
- Pero, ¿por qué huiste? ¿Qué te hice?
La nariz le miró de reojo, arrugándose de disgusto, y dijo:
- Oye, no vuelvas a meterte nunca más los dedos en la nariz. O por lo menos, córtate las uñas.
Y después d hablar tanto de narices no podíamos dejar a un lado este clásico, así que la seño nos narró este bonito cuento que tenemos en clase.
Y después d hablar tanto de narices no podíamos dejar a un lado este clásico, así que la seño nos narró este bonito cuento que tenemos en clase.
Y ¿cómo no? acudimos a este vídeo para ver como crecía la nariz de Pinocho a la vez que sus mentiras.
También hemos jugado a crear narices muy singulares con este simpático juego.
Pincha en la imagen o este ENLACE para acceder al juego
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