Por fin llegó el día en que ese dientecillo se desprendió para tomar su rumbo, derechito a la bolsita donde reposará debajo de la almohada esperando la visita del Ratón Pérez.
La verdad es que ha precisado alguna que otra ayuda de su mamá, pero gracias a ella esta historia tendrá un final feliz.
¡BIENVENIDA AL CLUB!
¡Qué contenta se ve! je je Un beso.
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