Ya creíamos haber terminado con el proyecto del Polo Norte, pero resulta que no, un buen día la seño nos contó la historia de un reno pequeñito que tenía una peculiaridad en su nariz por la que todos se reían. Y resulta que este animalito vive allí, en el Polo que hemos conocido , así que por allí seguimos.
Nos encantó todo lo que aprendimos sobre los osos polares, pero ahora el protagonismo le toca al reno y concretamente a nuestro reno Rodolfo que todas las Navidades espera la llegada de Papa Noel veréis para qué.
Nos encantó todo lo que aprendimos sobre los osos polares, pero ahora el protagonismo le toca al reno y concretamente a nuestro reno Rodolfo que todas las Navidades espera la llegada de Papa Noel veréis para qué.
Hace mucho tiempo, existía un reno llamado Rudolph (Rodolfo), el único reno en el mundo que tenía una gran nariz roja. Naturalmente la gente le llamaba "Rodolfo, el reno de la nariz roja".
Rodolfo estaba terriblemente avergonzado por su enorme nariz tan peculiar y los otros renos se burlaban de él. Su padre, su madre sentían pena por la desdicha de Rudolph.Incluso él mismo se sentía muy apenado. Una noche en víspera de Navidad, Santa Claus estaba preparando su trineo, alistando a todos sus renos, para dar la vuelta alrededor del mundo, llevando regalos a los niños.Pero de pronto una terrible tormenta se desató y la neblina cubrió toda la tierra, evitando que los renos pudieran remontar el vuelo y Santa sabía que con tanta niebla no podría encontrar una sola chimenea.De pronto, Rudolph apareció con su gran nariz brillante como nunca. Santa sintió que esa era la respuesta a su problema, así que llamó a Rudolph y lo colocó al frente del trineo, delante de todos los demás renos, como líder.
Con esa gran nariz como guía los venados pronto remontaron el vuelo y Rudolph condujo a Santa a cada una de las chimeneas.Esa terrible noche ni la lluvia, los truenos, la nieve o la niebla pudieron detener a Rudolph que con su gran nariz roja iluminó el camino.Y así fue como Rudolph se convirtió en el reno más querido y admirado de todos, esa gran nariz que un día lo hizo sentir tan mal, hoy era la envidia de todos en el mundo de los renos.
Santa Claus les dijo a todos los renos que Rudolph había sido el héroe y desde ese día Rudolph pudo vivir sereno y feliz.
Rodolfo estaba terriblemente avergonzado por su enorme nariz tan peculiar y los otros renos se burlaban de él. Su padre, su madre sentían pena por la desdicha de Rudolph.Incluso él mismo se sentía muy apenado. Una noche en víspera de Navidad, Santa Claus estaba preparando su trineo, alistando a todos sus renos, para dar la vuelta alrededor del mundo, llevando regalos a los niños.Pero de pronto una terrible tormenta se desató y la neblina cubrió toda la tierra, evitando que los renos pudieran remontar el vuelo y Santa sabía que con tanta niebla no podría encontrar una sola chimenea.De pronto, Rudolph apareció con su gran nariz brillante como nunca. Santa sintió que esa era la respuesta a su problema, así que llamó a Rudolph y lo colocó al frente del trineo, delante de todos los demás renos, como líder.
Con esa gran nariz como guía los venados pronto remontaron el vuelo y Rudolph condujo a Santa a cada una de las chimeneas.Esa terrible noche ni la lluvia, los truenos, la nieve o la niebla pudieron detener a Rudolph que con su gran nariz roja iluminó el camino.Y así fue como Rudolph se convirtió en el reno más querido y admirado de todos, esa gran nariz que un día lo hizo sentir tan mal, hoy era la envidia de todos en el mundo de los renos.
Santa Claus les dijo a todos los renos que Rudolph había sido el héroe y desde ese día Rudolph pudo vivir sereno y feliz.
Aquí la podemos ver en vídeo.
Tanto nos gustó su historia, que aprovechando que queremos felicitaros estas fiestas con una pequeña actuación, hemos elegido una canción de este personaje para bailarla.
Ya nos sabemos la canción de memoria, y en clase nos lo pasamos pipa ensayando.Nos sale estupendamente, aunque seguro que cuando estemos delante del público a más de uno se nos irá el santo al cielo. Pero cuando oigamos ese estruendoso aplauso que tanto esperamos, seguro que podremos volver a la tierra y comprobar que os ha encantado algo que hemos hecho con tanto cariño.
Y hablando de renos, podemos aprovechar este sencillo juego para repasar los números a la vez que contamos los renos que van apareciendo en la pantalla.
¡Hola! ¡Qué ganas tengo que llegue el miércoles para ver la actuación que estais preparando! ¡Seguro que sale genial como todo lo que hacéis!.
ResponderEliminarYa mismo están aqui las vacaciones de Navidad, ¡os deseo unas muy felices fiestas!.
Gracia, una vez más quiero agradecerte tu esmero con los niños para que que aprendan y se lo pasen bien, y por hacernos partícipes a los padres.
Un abrazo.