NOS DESPEDIMOS DE MOLI Y DE NUEVA ZELANDA

Ha llegado el momento de despedirse nuevamente de Moli, ya sabemos que esto va a ser así durante todo el curso. Pero ahora no estamos tristes, porque estamos segur@s de que va a elegir un nuevo destino del que nos enseñará tantas cosas como de Nueva Zelanda, y así podemos conocer muchas partes del mundo sin estar allí.
La mejor manera de despedirnos que se nos ha ocurrido, ha sido con una gran fiesta Maorí, en la que no puede faltar de nada.

La comida, que en este caso hemos empezado por el postre y no podía ser de otra manera, hemos comido kiwi, aunque ya tenemos muy claro que hay dos kiwis diferentes aunque se escriban y suenen de la misma forma y para que nos quede claro,  Manuel P. y su mamá Rosa nos han hecho en casa este bonito regalo para que se quede en clase con nosotros y no nos olvidemos de Tumu y el bonito país donde vive, Nueva Zelanda.

Hemos comprobado que en cuestión de gustos no hay nada escrito y que aunque el Kiwi pájaro nos encanta a todos , no ocurre lo mismo con la fruta, pero al menos la hemos probado e incluso algun@s de nosotr@s nos hemos sorprendido de lo rico que está, al final eso de que lo que no entra por el ojo no entra por la barriga no va a ser tan cierto.

 Nuestras mejores galas confeccionadas en nuestro taller de plástica con la ayuda de muchas mamás, lástima que la seño tuvo un problema técnico con la cámara y no podamos ver al resto de compañeros, nuestra visita a Maui, ese que se parece tanto al nuevo conserje y nuestro colofón a la despedida de Moli, la danza Tutira May.

Ah! se nos olvidaba, el día ha sido muy completito, aunque no hemos celebrado a lo grande el día de Halloween   porque estábamos muy ocupados con la despedida de Moli, Jorge nos ha sorprendido esta mañana con esta preciosa calabaza que ha hecho en casa con sus papás con su velita y todo y como no podía ser de otra manera se la hemos enseñado a todos los vecinos de nuestro barrio de Infantil.

Bueno, esperamos que Moli vuelva pronto de su viaje, ya estamos deseando saber hasta donde le llevará de nuevo su paracaídas. Desde aquí un saludo, maorí, por supuesto.